Loris Capirossi. Su nombre suena a otras épocas del motociclismo. Suena a guerra y gloria. Mientras una generación discerníamos sobre lo que eran las dos ruedas, él ya luchaba en el campeonato italiano de motociclismo. Lo quisieron y consumó su paso al Mundial. No lo parece, es que Capi 'siempre ha estado ahí'. Su nombre se recuerda junto a nombres como el de John Kocinski o Luca Cadalora, o cuando Wayne Rainey era el jefe. Este tiranosaurio estuvo con Harada y mientras en el piso de arriba se enzarzaban Crivi y Doohan. Peleó con Valentino y se codeó con Sete, a visto madurar a Stoner y Lorenzo y da consejos a Viñales. Astérix, Obélix y Capírex contra el romano Biaggi, que batallas en 250cc...Encerrado en el tiempo, ha perdido el valor para escapar de su celda y el héroe sin ilusión se ha quedado al borde del centenar de podios, tela. Ahora tendrá más tiempo de disfrutar de sus dos Ford Hot Rod del 31 y del 34, la vida ahora será así. Tres veces campeón del mundo, pertenece al sueño de un destino, el último de una estirpe. Buen viaje Capi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario