Hubo un tiempo en que las Fiestas del Pilar se reducían a la Ofrenda de Flores, la Feria de Muestras y las carreras de motos, coches y sidecars.
"Las carreras se realizaban en el Parque Grande de Zaragoza, en un circuito de un kilómetro y medio que se adecentaba para la ocasión. A la cita venían todos los campeones del Mundo del momento, desde John Surtees a Ángel Nieto, así como los principales fabricantes".
La cita se inauguró en 1948, para celebrar la primera reunión de la Asamblea Nacional de Motociclismo. El germen de una prueba que se tornaría en imprescindible en el calendario de las carreras. "Tras la disputa del 'Continental Circus' (equivalente al actual campeonato del Mundo) todos los pilotos se desplazaban a España para cerrar la temporada en el triángulo que formaban Jerez, Madrid y Zaragoza".
La competición, hoy olvidada de la agenda pilarista, era uno de los puntos fuertes de la, por entonces, escasa programación. "Se llegaban a reunir 15.000 espectadores para presenciar las pruebas".
"La pista que se utilizaba es la que casi aun se conserva. Para hacerse a una idea, era el recorrido que ahora realiza el tren que lleva a los niños. Se trataba, por lo tanto, de un circuito muy ratonero, con miles de quiebros y que precisaba de mucha técnica. El asfalto se solía levantar, las motos alcanzaban velocidades muy altas y el público estaba casi encima".
"La pista que se utilizaba es la que casi aun se conserva. Para hacerse a una idea, era el recorrido que ahora realiza el tren que lleva a los niños. Se trataba, por lo tanto, de un circuito muy ratonero, con miles de quiebros y que precisaba de mucha técnica. El asfalto se solía levantar, las motos alcanzaban velocidades muy altas y el público estaba casi encima".
Textos Fernando López del Río y Heraldo de Aragón
Fotografías Archivo Diario Amanecer. Gracias también al fotógrafo aragonés Daniel Pérez.
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