24.12.21
17.12.21
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22.11.21
19.11.21
10.11.21
CASCOS INTEGRALES TIPO RETRO
Comenzamos afirmando que cuanto más retro sea un casco, es decir, cuanto más fiel sea a aquellos primeros cascos integrales para moto que comenzaron a proliferar en los 70, menos prestaciones 'modernas' tendrá. Y es que como dice el dicho, para lucir hay que 'sufrir' (o casi).
- Son muy bonitos pero, son seguros? No son muy ruidosos? Por estas cuestiones nos preguntan muy a menudo, y la verdad que nos adentramos en un tema bastante subjetivo. Te ponemos un ejemplo; hace poco visitaron nuestro establecimiento unos alemanes (desde Alemania) con sus Panheads y Shovelheads, con sus escapes libres 'corte de salchichón' mirando al cielo y por su puesto, con sus diminutos cascos tipo jett. Cualquier casco integral que demanden estos tipos les va a parecer tremendamente seguro e insonorizado, y hasta cierto punto agobiante. Sin embargo, si viene un cliente con su nueva y silenciosa GS o V-STROM y su Schuberth, cualquier cosa que pruebe le resultará ruidosa y quizá poco confortable. Es decir, todo depende de expectativas, necesidades o prejuicios personales.
Un detalle al respecto: en aquellos años los pilotos de Fórmula 1 llevaban unos modelos de los cuales DMD hizo una réplica casi exacta, el ROCKET, y no nos imaginamos a James Hunt quejándose del ruido… y eso que el cierre de la pantalla era con corchetes...
Partiendo que todos poseen la exigente homologación europea ECE-2205, muchos clientes optan por una opción asequible como es el casco Gringo de Biltwell (al que personalmente le hemos dado mucha cera respondiendo con creces a no pocas exigencias). Y es que resulta comprensible. Un casco estéticamente precioso y sorprendentemente cómodo. Además se trata de uno de los cascos más compactos del mercado. En su sencillez reside la clave, pero esa sencillez y aspecto retro redunda en que no dispone, para bien o para mal, de prestaciones ‘modernas’. Y es que esa estética es la que algunos presisamente buscan. En el extremo opuesto tendríamos el casco Hedon Heroin Racer. Una auténtica delicia. Reúne perfectamente las prestaciones de un casco actual - confortable, con pinlock incluido y muy bien insonorizado - con la estética más purista y vintage.
A medio camino entre la sencillez del Gringo y los cascos premium de Hedon, y centrándonos en aquellos con pantalla integrada abatible, estarían los BELL o los Premier, entre otros. Marcas que siempre han ofrecido y mantenido en su catálogo una estética basada en los años dorados sin guiarse por modas ni tendencias. El futuro está aquí y la mayoría de ellos se adaptan a las necesidades del motociclista moderno, pero con cierta añeja sensibilidad.
El casco Bell Bullitt fue uno de los diseños más innovadores, con un gran campo de visión y detalles que lo hace realmente excepcional, el Bell Eliminator, quizá el menos vintage pero con una fuerte herencia del mundo del automovilismo, las elegantes líneas de los cascos Premier Trophy, una marca siempre eficiente, el mencionado DMD Rocket, el más retro de todos ellos, los nuevos Torc T1, con su bloqueo de seguridad en la pantalla y unos eficientes orificios de ventilación y los By City ROADSTER, con un tamaño realmente reducido y con unos acabados muy interesantes son opciones que alternan seguridad y diseño a precios competitivos.
9.11.21
Comparativa cazadoras de cuero SCHOTT PERFECTO®. Diferencias entre modelos clásicos.
27.10.21
Steve McQueen 650cc Bonneville Triumph Desert Sled
Más información en www.burningroadstore.com
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29.6.21
Chaleco vintage de cuero AGE OF GLORY
24.6.21
22.6.21
Ossa ST/DMR por Kaezet (amoticos.org) Una maravilla de artículo...
Ella es Debbie, la musa del Team Chicago. Y su moto es una Ossa ST (Short-Tracker) de 1976, creada para pelear en los óvalos de tierra americanos.
El caso es que Ossa se hartó de ganar carreras de short-track (una de las 4 especialidades del dirt-track que se corre en pistas de cuarto de milla), su palmares no está muy lejos del de Bultaco y su longeva saga de Sherpa S, Pursang y Astro. Como Debbie domina el tema y le encanta nuestro foro, va a hablarnos un poco sobre la brillante trayectoria de Ossa, siguiendo, me dice, estas tres fases:
- Creación y desarrollo de la Ossa DMR
- Primeros éxitos de la Ossa DMR
- Evolución después de Yankee Motor
Creación y desarrollo de la Ossa DMR (Dick Mann Réplica)
Todo comienza cuando Dick Mann, leyenda AMA e ingeniero (a todos los efectos), se asocia en 1966 con John Taylor, el dueño de Yankee Motor Co. La amistad entre ambos venía de tres años atrás cuando defendían los colores de Bultaco.
Tras diseñar en 1967 el chasis de la Yankee MX/Z de Enduro (el mismo de 'nuestra' Yankee 500), el segundo encargo para Mann fue la moto de short-track. Para ello retocó la cámara y los transfers del motor Stiletto 230, le instaló un descompresor de buen diámetro (el freno natural en esta especialidad) y... diseño un chasis específico. ¡Ah! muy importante, también un reenvío para pasar el cambio al pie derecho, pues las curvas ¡son siempre a izquierdas y se toman con el pie en el suelo!
Jim Corpe, Taylor y Mann en 1967 trabajando en el prototipo del chasis Yankee MX/Z
Además de sus dos títulos Nº1 AMA (1963 y 1971), Dick Mann (84 años) es un gran tipo,
aquí consuela a un pipiolo que ha cometido la torpeza de comprarse una Husky
El nuevo chasis de short-track era en esencia una versión a escala del Yankee MX/Z (a la vez éste heredaba el concepto de los chasis Mann-BSA). Todos realizados con tubos de cromo-molibdeno (cromoly que se dice aquí en USA) tipo 4130 de generoso diámetro. Para desarrollar la moto, Taylor fichó a jóvenes pilotos, como Dallas Baker, mientras el propio Mann se batía en el Grand National. Así se anunciaban en 1968 sus primeros triunfos:
Siguió una sonada victoria en Santa Fe y un vibrante duelo en el Astrodome frente a la Harley de Mert Lawwill (uno de los protas de la película “On any Sunday”), la Ossa fue 2ª, pero, ojo, se trataba de una carrera de "Media Milla Pro" donde luchaba contra las 750.
Como el invento funcionaba, y muy bien, a mediados de 1969 y ya con motor de 250 se decide comercializar la réplica: la Ossa DMR o Dick Mann Réplica:
La DMR se fabricó en 1969-70 con 4 velocidades y en 1971-72 con 5 y algo más de potencia. No solo su motor era español, también encontramos en ella llantas Akront (D:19”/T:18”), carburador IRZ de doble aguja y 33 mm, encendido electrónico Motoplat y horquilla Telesco (los amortiguadores eran Girling).
Su peso en seco era de 86 kg, la potencia oficial de 36 CV a 8.500 rpm y la velocidad punta (con esa enorme corona) de 70 mph (112 Km/h), lo importante era que los alcanzaba en un suspiro.
A la venta a finales de 1969 bajo pedido por 1.350 $ (una Lobito 125: 669 $; un VW Escarabajo: 1.799 $), la DMR se comienza a fabricar en series de 25 unidades que rápidamente se agotan, de modo que el dinero que Taylor dejaba de ganar (y los Giró perdían) con el controvertido proyecto Yankee MX/Z lo empezó a ganar con la DMR.
Primeros éxitos de la Ossa DMR
En los estadios la imagen de la Ossa pronto se hizo popular, y no solo entre los Noveles que tenían el límite de 250 cc, también en manos expertas.
En primer plano, Dirk Debie, detrás J. Trent Taylor, el hijo del jefe dramáticamente fallecido
probando en carretera la Yankee
Cómo no, total libertad para personalizar la burrita, Darryl Hurst en el Madison Square Garden
Fin de semana glorioso en Daytona '71: Ossa hizo triplete en Noveles y fue 1ª en Profesionales ¡con un Junior!, Ed Salley:
Vídeo aquella cita en Daytona:
Otro puntal de Ossa, Robert E. Lee "El Pequeño General", con sus DMR oficiales:
Aquí vemos a Lee mostrando galones y ganándose el sueldo, venciendo en Santa Fe '71:
Otro 'Ossa-Boy' que solía volver a casa cargado de trofeos y de dólares, Steve Hernández, nº 19, en 1972:
Evolución después de Yankee Motor
Yankee Motor Co dejó de fabricar motos en septiembre de 1973, la muerte de Trent precipitó las cosas, pero ello no impidió que la DMR siguiese en la brecha. La puesta al día corría ahora a cargo de distribuidores como Ossa Central Co, esta es una de sus motos de la etapa 1974-76:
También fue actualizada por pilotos/preparadores como Jim Black, aquí en 1975 seguido, nada menos, que por Pat Hennen:
En 1976 el chasis Mann ya lo había dado todo y era necesario un cambio. La nueva generación de chasis vino de especialistas como el Team Champion, autor de mi ST:
Y de fabricantes como Omega, este es su chasis cromado con basculante rectangular:
Pero Taylor tenía la última palabra, a estas alturas Yankee Motor Co. solo era Ossa Sales Co, pero en 1977 lanzó la última de la saga, la ST-1.
Sus ingredientes clave eran: motor Phantom '77 (GP3 en EE.UU.), chasis Champion fabricado por Red Line, horquilla Ceriani, Mikuni 34, llantas Kosman... lo mejor de cada casa:
En 1978 las ST-1 recibió leves cambios y opcionalmente se ofrecía con color azul verdoso fosforescente que refulgía bajo los potentes focos de los estadios ¡Todo cuenta para el show!
Total, 10 años de protagonismo en las pistas. Y eso a pesar de no contar con el respaldo de una gran fábrica (p.e. Yamaha creo una copa ST para Noveles con ¡14.000 $ en premios!), solo con el apoyo de un importador/fabricante muy pequeño.
Haciendo justicia, hoy la DMR y sus derivadas han pasado a la historia como unas de las mejores motos de su clase de todos los tiempos, así lo afirma la prensa americana en los artículos que suele dedicarle:
Sobra decir que hoy son cotizadas piezas de colección que no faltan en reuniones y salones de clásicas:
Hay quien incluso coloca su colección particular debajo del árbol de Navidad...
Sobra comentar el mérito de Ossa/Yankee de triunfar durante una década en el "gran mercado", el que todos querían conquistar y donde la mayoría fracasaba. Y eso que a la DMR no le faltaron enemigas: www.vft.org/RouitMuseum/Gallery/ShortTrack2Stroke.html
¡Un saludo desde las pistas de vuestra amiga Debbie!