7.11.11

A VUELTAS CON MOTOGP Y SU ÚLTIMO GRAN PREMIO

  Un fin de semana raro raro raro de carreras, y sin duda, de emociones. El objetivo era la lágrima a borbotón, cual gas lacrimógeno rodando en el asfalto. La climatología presagiaba todo, un fin de semana de sentimientos a flor de piel, la eterna lucha entre la luz y la oscuridad.

  Un bravo Nico en 125, pero con títulos francamente descafeinados en todas categorías, sin lucha final por culpa del debacle ajeno de Márquez y Lorenzo y con las caídas caprichosas de Zarco y Bradl. Este último tuvo un triunfo tan insípido como la celebración del mismo, sin vuelta de honor. Su padre quedó a las puertas del título mundial y Stefan ha podido extraer al menos la espina de la familia Bradl. Moto2 nos deparó un triunfo insólitamente perfecto. Pirro, italiano, amigo de Marco Simoncelli, en el equipo Gresini, con el rostro de Marco en el carenado y el 58 en el casco pudo dedicar el triunfo a su malogrado compañero. Vuelta de honor con los pelos de punta. Para Fausto contener la lágrimas era una cuestión imposible...

  Antes, otro momento raro y muy emocionante; todas las motos del paddock en la pista, la enorme pancarta desplegándose al viento con la figura de SuperSic y la pólvora marcando el recuerdo de un grande. Tremendo y bestia. Así lo hubiera deseado Pippo, tal como quería el siempre íntegro padre de Marco. Un diez para el Circuito Ricardo Tormo y Dorna.

  Y otro poquito de lluvia antes de bajar el telón. Por muy poca que fuera a Casey se le subió al cuello y de forma inusitada el australiano pierde su aburridísima ventaja con un irreverente Ben Spies. Pena de potencia de la Yamaha... La categoría ¿reina? acabó solo con una triste docena de pilotos. Esperemos que el cambio futuro, llamémosle 1000cc o CRT, se traduzca en menos dinero, más pilotos, más marcas, más motos, menos control de tracción y más espectáculo.

  Echaremos de menos muchas cosas: las dos tiempos, al gran Loris Capirossiy hasta los jardines sin salida en los que se metía Alex Crivillé, que momentos...Quizás un simple GP no merezca un post, pero este lo merece, aunque sea  por agradecer al equipo de TVE el magnífico trabajo realizado durante años por llevar a nuestros hogares la emoción y el sentimiento por este durísimo deporte. Gracias. En su momento echamos mucho de menos a Valentín Requena o Manuel Pecino y es que lo hagan bien o lo hagan mal, hay que quererlos, porque son casi de la familia.

  La cadena cuyo nombre no debemos pronunciar marcará a partir de ahora nuestros designios en el mundial de motociclismo. Ya lo hizo con los 'giros' de Indurain o los triunfos de Alonso. Actitud guiada por el share, y no por la información. Rezemos. Seguramente nos quedará la sabiduría y el saber estar de Dennis Noyes, un tío además muy directo capaz de decir: 'Si juntase todas mis caídas en Brands Hatch, me veríais dar una vuelta completa con el culo'. Esperemos que la cadena innombrable  no nos deje en la estacada cuando vuelvan a ganar, como ha sido siempre, pilotos norteamericanos, italianos, británicos o australianos. Esperemos que el CEV así lo evite. Un resquicio de amor por las dos ruedas tienen en lo más hondo de su oscuro corazón, no nos olvidemos: aquellas imprevisibles y desordenadas retransmisiones del Mundial de Superbike. Espero que RTVE sea perspicaz y tome nota de este campeonato con cada vez más y mejores pilotos españoles como Carlos Checa.

Una reflexión ésta que Burning Road Store no quería dejar escapar tras un domingo pues eso, muy muy nublado, quizás un poco raro, con demasiadas despedidas que en ningún caso deberíamos olvidar.

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