Un clásico de tendencia
Por Cristina Galafate
Repasamos la historia de la cazadora con motivo del centenario de la firma Schott N.Y.C. Hoy, la prenda sigue reinventándose sin perder su esencia.
En 2013, se cumplen cien años desde que los hermanos Irving y Jack emprendieran el sueño americano. Los Schott, hijos de inmigrantes rusos, empezaron tejiendo prendas de cuero a mano en un sótano ubicado en el Lower East Side de Manhattan (Nueva York) para, después, venderlas de puerta en puerta. Por aquel entonces, ninguno de los dos imaginaba que su legado, una cazadora biker creada a petición de un motero, seguiría de moda un siglo después.
Irving Schott fue el primer fabricante en incorporar cremalleras a un diseño en cuero negro. Lo llamó Perfecto, como sus puros favoritos. Pero no sería hasta los cincuenta cuando la cazadora adquiriera verdadera notoriedad gracias a los rebeldes sin causa. Marlon Brando y James Dean hicieron de la Perfecto su vestuario fetén, convirtiendo la prenda en un éxito entre los jóvenes.
El mito se perpetuó en las décadas siguientes. Desde Elvis Presley a Los Ramones pasando por Bruce Springsteen se enfundaron cazadoras de cuero ante la atenta mirada de sus fans. El movimiento punk de los 70-80 transformó la Perfecto en un símbolo estético. Esa imagen de 'prenda de los chicos malos' se reforzó con la película Grease. ¿Quién no recuerda aquellas cazadoras con el T-Birds grabado a la espalda? ¿Y qué sería de la transformación de Olivia Newton-John sin su chupa de cuero?
Aquí, en nuestro país, se popularizaron con las bandas y solistas ochenteros. Aunque donde realmente arrasaron fue en Francia: se llegaron a vender más de 30.000 unidades entre los años 1985 y 1990.
Pura tendencia.
En consonancia con el éxito de la cazadora, los diseñadores internacionales comenzaron a versionarla en sus colecciones. Dolce & Gabbana, Jean Paul Gautier, Thierry Mugler, Hermés... La lista es interminable.
Cada temporada, los modistos modificaban patrones, utilizaban materiales más ligeros, como el cuero sintético, o, incluso, introducían estampados y colores en sus diseños. Sin embargo, la esencia de la Perfecto seguía intacta en las múltiples interpretaciones.
'Nuestro objetivo no es hacer cazadoras siguiendo unos patrones de moda, porque los estilos cambian, sino crearlas representando un espíritu', explicaban los descendientes de Schott N.Y.C. sobre la historia de una marca que, todavía hoy, sigue siendo propiedad de la cuarta generación de la familia. Quizá ése sea el secreto del éxito de una prenda que va camino de perpetuarse en el armario. Como no podía ser de otra forma, esta primavera también será tendencia de entretiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario