Joan Porcar, Ossa y el París-Dakar del 82.

Vía FB Joan Porcar

La Storia della Paris Dakar parisdakar.it

'Era el Paris-Dakar de 1982. Fui el primer español que lo intentó en moto. Era la cuarta edición del rally y el podio estaba en la Place de la Concorde de Paris. Eran las 6h de la mañana, de noche, hacía mucho frío y de vez en cuando llovía. Todavía recuerdo la tensión que me provocó ver lo resbaladiza de la rampa del podio (cayeron varios motoristas). Parece una idiotez, pero el Dakar te somete a presión ¡¡incluso antes de empezar!!.

Aquella participación y aquella Ossa cambiaron mi vida para siempre y sin ser consciente, aquellas aventuras también cambiaron la vida de otras personas durante décadas.

Tuve la suerte de ser periodista y poderlas explicar tal como las vivía a través de Solo Moto y El Periódico. Con aquellos reportajes, sin pretenderlo, conecté y motivé a cientos de personas que descubrieron el magnífico mundo de la aventura, de las experiencias.

Todavía ahora, a través de las RRSS me llegan reportajes que siguen apareciendo en internet y que escribí hace 20, 30 y 40 años.

Aquel 1982, no llevaba ni asistencia, ni mecánico, sólo unos cuantos recambios repartidos en coches de desconocidos y lo más inquietante es que llevaba 2 pistones de recambio y gripé a los 200 kms de la salida. Tuve que cambiar el primer pistón y sólo me quedaba otro para los ¡¡9.800 kms que faltaban hasta Dakar !!. Sin duda, la media no era muy buena.

No existían más medida de seguridad que un adhesivo de color naranja pegado en la parte del casco que mira al cielo, para permitir a los helicópteros tener más facilidad de localización. Tampoco GPS, sólo una brújula de barco, mapas y road book en papel cogido con una goma a una plataforma fijada al manillar.

No era una carrera, era una prueba de supervivencia diaria.

Corrí 14 años de carreras en África; Rally de Egipto, de Argelia, de Túnez, bajas Portugal y Aragón y 12 ediciones del Dakar Rally donde logré acabar dos veces entre los diez mejores (coches). Todo se lo debo a aquella Ossa maravillosa'.